“La anticipación no tiene mayor sentido si
no es que sirve para esclarecer la acción.
Ésa es la razón por la cual la prospectiva
y la estrategia son generalmente indisociables”
M. Godet
no es que sirve para esclarecer la acción.
Ésa es la razón por la cual la prospectiva
y la estrategia son generalmente indisociables”
M. Godet
La prospectiva, la estrategia y la planificación son conceptos que se encuentran íntimamente ligados, al punto que -muchas veces- suele confundírselos entre sí. La causa de esto último se debe a que las personas que ocupan cargos en los niveles estratégicos de una institución pública o de una organización privada, no saben definir con claridad el significado de cada uno de tales significantes –sobre todo el de prospectiva– y por tal motivo pierden el sentido si no existen algunos de los otros.
En Wikipedia se define prospectiva como: "una disciplina que estudia el futuro desde un punto social, científico y tecnológico con la intención de comprenderlo y de poder influir en él". La palabra prospectiva deriva de prospecto (vocablo que nace de “prospicere”: mirar a lo lejos, en la distancia y -por extensión- en el tiempo). Por cierto, de prospectiva se deriva “pronóstico” (palabra compuesta del dialecto médico derivada de dos raíces: “pro”, futuro; y “gnosis”: conocimiento); es decir: anticipar el futuro basándose en el conocimiento (un concepto que guarda íntima relación con el tema tratado acá), pues a ellos les toca actuar conforme a esto: enfrentándolo o aceptándolo (esto último: cuando ya no hay más que hacer).
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) la define como: “el conjunto de tentativas sistemáticas para observar a largo plazo el futuro de la ciencia, la tecnología, la economía y la sociedad con el propósito de identificar las tecnologías emergentes que probablemente produzcan los mayores beneficios económicos o sociales”.
Mientras que la palabra estrategia deriva del latín strategĭa, que -a su vez- procede de dos términos griegos: stratos (“ejército”, conjunto humano caracterizado por diversas líneas -o “niveles”- de ataque y de defensa) y agein (“conductor”, “guía”). Por lo tanto, el significado primario de estrategia es el arte de dirigir las operaciones militares.
El concepto también se utiliza para referirse al plan ideado para dirigir un asunto y para designar al conjunto de reglas que aseguran una decisión óptima en cada instante. En otras palabras, una estrategia es el proceso seleccionado a través del cual se prevé alcanzar un cierto estado futuro.
También se puede nombrar la existencia de los planes estratégicos, un concepto que suele utilizarse en el ámbito empresarial. Un plan estratégico es un documento oficial donde los responsables de una organización o empresa estipulan -por escrito- cuál será el conjunto general de tácticas (acciones individuales, pero no aisladas, sino concatenadas dentro de un todo general) que será seguido en el corto, el medio y largo plazo. Por lo habitual, este tipo de planes tiene una vigencia de entre uno a cinco años.
Desde este punto de vista la planificación es el proceso metódico diseñado para obtener un objetivo determinado: estableciendo un orden de prioridades y de prelaciones que vaya permitiendo ese logro final anhelado.
Otras definiciones, más precisas, incluyen "La planificación es un proceso de concepción y adopción de decisiones para alcanzar un futuro deseado, teniendo en cuenta la situación pasada y la actual, además de los factores internos y externos que pueden influir en el logro de los objetivos".
La planificación es estratégica cuando se tiene la capacidad de prever lo que puede hacer el otro y otros que también están actuando en el mismo escenario (adversarios, competidores, enemigos, amigos, asociados, proveedores, etc.).
Planificar es "prever racionalmente las acciones a realizar en función de los recursos y los objetivos que se quieren lograr para generar transformaciones", dice Ander Egg. El debate de las ideas sobre el cambio, el papel del factor humano y de las organizaciones, la utilidad de los métodos, resulta obstruido por un apreciable número de cuestiones recurrentes que resurgen a la superficie cualquiera que sean los argumentos que se avancen. Esto ocurre, por ejemplo, cuando se habla de las diferencias y de las relaciones entre los conceptos de prospectiva, de planificación y de estrategia, del interés que tiene la probabilización de escenarios, de la complicación de lo complejo y de la especificidad de los estudios de prospectiva territorial.
Al hablar de análisis prospectivo, se refiere -en pocas palabras- a anticipación. Implica analizar los diferentes caminos que puede asumir el futuro. Este análisis no tiene razón de ser, si luego no se planifica. ¿Para qué intentar conocer los escenarios futuros si nada se hace al respecto? Si se limita a analizarlo y considerar que el futuro, y la situación en él, ya están preestablecidos, ¿para qué planificar?
FUENTE:http://gerenciaenaccion.com.ve/Ger_Est/estrateg45.htm
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